Djs que irradian racismo, homofobia y sexismo en la escena electrónica

Últimamente algunos de los grandes del EDM están dando de qué hablar. Nos gustaría que fuera por razones más altivas y nobles, pero no es así. Resulta que el revuelo que han causado esos artistas se debe a sus comentarios homofóbos y xenófobos, por increíble que parezca.



Hablamos de Ten Walls, GFOTY y Boddika. A estos señores se les pasó la mano, hasta han sido sancionados y eliminados de algunos eventos en los que ya estaban confirmados.

¿Qué está pasando?

Se supone que ellos forman parte de un movimiento cultural en donde debe prevalecer el amor hacia sus semejantes, en donde la música que hacen tiene sus orígenes junto a ciertos grupos o minorías que han padecido en carne propia ataques y exclusión social por razones sexuales y raciales.

tenWalls

En el caso de Ten Walls, este joven DJ lituano comparó a los homosexuales con curas católicos pedófilos, en su página de Facebook, el fin de semana pasado. Esto le causó la expulsión de 5 festivales europeos en los que ya estaban confirmadas sus presentaciones y además, se ganó críticas muy desfavorables de algunos colegas, como The Chemical Brothers, Tiga y Optimo.

Y por si fuera poco, la discotienda londinense, Phonica, acaba de boicotear su nuevo lanzamiento. Por estas razones, Ten Walls se disculpó por sus comentarios, pero quedará marcado durante toda su vida y carrera musical.

Por otra parte, la cantante pop británica GFOTY, recientemente, colocó unos comentarios sumamente racistas desde un festival en su cuenta de Twitter.

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En ellos, se refirió al dúo africano de Mali, los legendarios Toumani y Sidiki Diabaté, como una versión “anegrada” de la banda británica The Bombay Bicycles.

Estos comentarios le valieron la repudia de colegas y críticos y tuvo que retractarse y disculparse por sus comentarios diciendo que había sido una estupidez de su parte. Que su intención había sido ser graciosa y que los había hecho inocentemente.

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También le tocó el turno al productor y DJ británico Boddika, quien a principios de este mes colocó en su cuenta de Twitter comentarios xenófobos. Escribió literalmente: “Si trabajas en una tienda/restaurante en el Reino Unido y no sabes hablar inglés….. JÓDETE!” A pesar de haberse disculpado, algunos DJs salieron en su defensa, como Zed Bias y Eats Everything.

El sexismo en la escena

A pesar de estos incidentes, cuando nos ponemos a analizar la escena electrónica, nos damos cuenta que también está plagada de sexismo. Tal es el caso de los comentarios de Greg Wilson y Maceo Plex hacia la DJ Nina Kraviz cuando fue entrevistada y fotografiada desde una bañera dándose un baño de espuma.

Muchos de los hombres famosos en la escena electrónica parecen sentirse intimidados y amenazados por el hecho de que una mujer pueda tener cabida y éxito al mismo nivel que un hombre en este ámbito musical.

via Residentadvisor.net
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Por su parte, Holly Herndon, también relató haber sido víctima de estos comentarios sexistas al comienzo de su carrera. Se le llegaba a comparar con otras mujeres con las que su trabajo no tenía ningún tipo de similitud y ya cuando estuvo más consagrada, las comparaciones giraban en torno a que sus influencias provenian de hombres famosos de la escena electrónica. Desprestigiando, así, su creación y trabajo por el simple hecho de ser mujer y no darle la importancia y valor creativo que se merecía.

cagedDancerEl sexismo no sólo lo experientan las propias artistas en el ámbito profesional, sino que además sigue siendo una constante en toda la escena electrónica. Y si no, echemos un vistazo a las discotecas y clubes en donde suelen aparecer bailarinas en bikinis o semidesnudas enjauladas como parte de la decoración habitual en las fiestas. Es el lenguaje del mainstream que se sigue filtrando en todas las capas y manifestaciones sociales y parece que lejos de desaparecer va in crescendo.

¿Qué hacer?

Es una pena que, lo que debería ser un ambiente de entendimeinto universal por la que abogan estas corrientes musicales sea el mero reflejo de la sociedad y del mundo en que vivimos, que no está exento de injusticias y opresión hacia las clases minoritarias y menos favorecidas.

Necesitamos más músicos y creadores que sepan colocar a la humanidad, al hombre, por encima de todas las cosas y cultiven el amor al prójimo dentro de la aceptación de la diversidad y la tolerancia.

Y lo más perocupante es que artistas consagrados y famosos, que influyen sobre las masas, tengan estas visiones y valores llenos de desigualdad e irrespeto por los demás.

Nos toca a nosotros continuar con la labor de señalarlos y recriminarles sus actos y convertir la escena electrónica en un lugar en donde todos tengan cabida, con sus diferencias y limitaciones. Siempre poniendo en alto el respeto y haciendo de nuestros espacios lugares en donde nos sintamos protegidos y resguardados del odio, las injusticias y la intolerancia que experimentamos diariamente en el mundo, ese externo, en el que vivimos.

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