Atrevido, hilarante y controversial como siempre, el as del Tech House, Seth Troxler habló en una entrevista de varios temas que muchos de sus colegas no se atreven a mencionar. Sus mordaces comentarios en torno a la escena electrónica mundial le han valido retractores y admiradores.
Entre tanto, nos da una visión única y personal sobre la presencia de las drogas en la movida electrónica, su vida íntima, sus expectativas para esta temporada y sus asuntos profesionales.
Su música e influencias
Cataloga su música como una mezcla de Acid House viejo y del House de Chigago y Nueva York de los años 90. Por haber nacido en la década de los 80 y no haber podido ir a los raves de esa época, no se considera un DJ de Acid House. Sin embargo, reconoce que su música nace de esa escena, a la que ha extendido e incorporado nuevas influencias y toques personales.
Las tendencias y el underground de hoy
Troxler piensa que hoy en día hay una tendencia de la gente a interesarse por la música dance. Esto podría dar pie a una nueva oleada de raves masivos, pero no cree que sea, como antes, una movida underground. Esto debido a que la forma en que se mueven las redes sociales y las tendencias tecnológicas de la actualidad no lo permitirían.
Sin embargo, cree que cuando una sociedad entra en crisis económica, en donde los más afectados son los de las clases más desposeídas, las ideas más radicales y la creación musical afloran.
Es eso lo que está ocurriendo hoy en día cuando la gente cansada de lo comercial está ávida de nuevas formas de expresión con mayor contenido y profundidad. En ese sentido, hay una tendencia al establecimiento de subculturas en una época en donde urge un renacimiento artístico y un rompimiento con lo establecido.
La presión del éxito
Confiesa que cuando hace un par de años llegó a ser el DJ#1 en la lista de Resident Advisor se sentía muy presionado por tener que mantenerse allá arriba. Pero, en algún momento, se dió cuenta que era un sinsentido vivir con ese nivel de presión.
Decidió continuar trabajando como siempre lo había hecho haciendo buena música para el disfrute de los demás. Ahora, confiesa, que disfruta al máximo lo que hace y se lo toma con calma. De esta manera se libera de la presión y se desempeña mejor.
Ibiza y el DC10
Lleva varios años tocando en el DC10 de Ibiza y dice sentirse como parte de una familia. Considera que es el mejor club de Ibiza y que a pesar de no ser el lugar en donde mejor le paguen, jamás dejará de pichar allí, porque según dice: no se trata de dinero.
Es un lugar en donde toca con las personas que quiere y le dan sets de buena duración. A su parecer, muchos DJs utilizan el DC10 como un trampolín y una vez que son famosos ya no vuelven.
Él, por el contrario, quiere ser «el chico que se queda». Siente de una u otra forma que tiene una deuda eterna con ese lugar porque lo han apoyado y ayudado muchísimo durante todos estos años.
Sobre las drogas
Dice estar preocupado por los estragos que está causando el consumo de ketamina en la escena electrónica. La ketamina ha cobrado la vida y la salud de mucha gente. Comenta que en los eventos las personas que están bajos sus efectos parecen «zombies».
Siente una enorme responsabilidad, ya que forma parte de un mundo en donde la música y las drogas van de la mano. Por eso, dice que es su deber informar sobre los peligros inherentes a esta cultura.
Poco a poco, los DJs están más abiertos a tocar estos temas y cree que es un deber al que se suman más voces.
Controversias y críticas a los medios
Todos sabemos que Seth Troxler se lleva la corona por ser uno de los DJs más abiertos, graciosos y extrovertidos que existen. Sus comentarios y hazañas lo han hecho ser amado por unos y odiado por otros. Lo cierto es que dice haber aprendido de sus experiencias.
Sin embargo, piensa que los periodistas han tenido cierta culpa sobre este fenómeno porque suelen descontextualizar y tergiversar sus comentarios. Para él, su forma de ser tan abierta da pie para que opiniones que, generalmente, suele dar entre una pregunta y otra de una entrevista sean utilizadas como titulares y lo hagan ver como un idiota ante los lectores. Nos recuerda que «en el internet nada desaparece».