Studio 54 es el club más importante que ha existido y este año cumple 38 de haber abierto sus puertas, que fueron cerradas gracias a la incontrolable epidemia del SIDA. Varias personas han intentado documentar los tres años imprescindibles que duró Studio 54, muchos han creado reseñas extensas, documentales explícitos y proyectos fotográficos de imágenes inéditas que se han podido rescatar.
Anthony Harden-Guest es uno de los principales autores que ha recreado en su escritura las vivencias del mítico club de Nueva York. Su libro The Last Party: Studio 54, Disco, and the Culture of the Night se convirtió en la guía definitiva para entender el cielo y el infierno que llegó a ser Studio 54.
Lo que pasaba dentro de ese local era inexplicable, según lo que cuenta Haden-Guest. Una noche un doctor llevó una botella de Metacualona (Quaaludes) y la repartió entre 30 personas, así “todo el mundo empezó una orgía sexual desenfrenada. Los hombres se sacaron el pene… las mujeres mostraban las tetas… todo el mundo estaba sintiéndose entre si».
Asimismo, el actor Robin Leach, en un reportaje para CNN, llevó a la actriz Brooke Shields (que tenía once años en ese momento). La subió a la cabina del DJ, pero cuando miró hacia la pista de baile, vio como se pasaban un cucharón lleno de cocaína. Harden-Guest dice “Ahí no había reglas. El centro de la ciudad se había convertido en Sodoma y Gomorra”.
En los tiempos de ahora, es imposible que vuelva a surgir algo tan grande como lo fue Studio 54 ¿Los culpables? El SIDA y la tecnología. Según las palabras de Anthony Haden-Guest “una aventura tan deliciosa es imposible en un mundo donde un smartphone o el botón en un traje puede grabar tus palabra y tomarte una foto.” También el SIDA fue determinante, esta epidemia iba matando a las personas una por una y este club era el caldo de cultivo para el virus.