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Mi primera experiencia fue en el 2012, pasaba por un momento muy especial en mi vida, hacía pocos meses había fallecido un muy amigo mío y mi única y gran compañía era mi mejor amiga. Ella había conocido a un chico que ya estaba en ese ambiente de las rolas y después de unos meses de su relacion, él nos convenció de probarlas, nosotras ya fumábamos marihuana, pero cuando ella me consultó, no me gustó mucho.
Además del novio de mi amiga, ya teníamos amigas que habían consumido y nos contaron su experiencia… hasta que nos convencieron. Llegó el sábado, boliche lleno, música electrónica, el novio de mi amiga nos compró una rola y tomamos media cada una. Sentí una energía para bailar que nunca tuve, volví el domingo a las 3 de la tarde a mi casa y solo pensaba en que llegara el fin de semana para volver a tomar esa droga…
Así fueron mis fines de semanas por mucho tiempo, hice muy buenos amigos. Hoy, mi mejor amiga tiene un hijo con quien era su novio y yo descubrí que me encanta la música electrónica y la puedo disfrutar sin ningún tipo de droga, aunque confieso que nunca dejé la marihuana 🙂
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