Arrestan a 500 personas en festivales

El pasado fin de semana, tensiones entre grandes festivales y autoridades del sur de California culminaron con el arresto de cientos de personas que asistieron a Escape: Psycho Circus en San Bernadino, y HARD Day of tha Dead en Pomona.



Representantes de HARD reportaron el arresto de 148 personas el día sábado y de 162 más el domingo, mientras que Escape reportó 180 detenciones durante los dos días. Una significante parte de los arrestos fueron atribuidos a posesión de drogas o conductores bajo los efectos del alcohol, aunque los números más sorprendentes han sido los de la gran cantidad de personas detenidas por el uso de identificaciones falsas.

El diario LA Times reportó que casi un tercio de las detenciones hechas en HARD se debieron a identificaciones falsas, un fenómeno impulsado por la presión de grupos conservadores del condado de Los Angeles y Live Nation, que hace 2 meses lograron que este tipo de eventos fuera solo para mayores de 21 años, luego de que fallecimientos ocurridos durante el festival HARD del pasado verano, agudizaran las duras políticas aplicadas a los festivales de este tipo en el condado de Los Angeles.

Foto por: Jemayel_K
Foto por: Jemayel_K

Este año, HARD tuvo 24 puntos de distribución gratuita de agua, atención médica y la custodia de 184 oficiales de policía para ayudar a mantener el evento lejos de la tragedia, algo en lo que parecen haber tenido éxito. Sin embargo, el gran número de arrestos sigue oscureciendo la escena local, mientras que persistentes preocupaciones en relación a la presencia de drogas y la reducción de heridos o afectados durante los festivales se mantienen en la palestra.

El legado del Acta R.A.V.E., una ley federal que prohibe a los promotores distribuir información sobre seguridad en materia de drogas, inhibe no solo la conversación sino el acercamiento progresivo a la prevención de daños y accidentes, estableciendo, en vez de eso, una rígida actitud que las autoridades han ido intensificando durante los últimos años. Y mientras la amenazante actitud policial se instala, la línea entre los festivales musicales y la prisión continúa atenuándose. El final de esta historia dejará una marca definitiva en el futuro de los eventos musicales de California, pero hasta entonces, cuídense mucho chicos.

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