Maurice Mikkers era un asistente de laboratorio médico que procesaba fotos como parte de un proyecto en el que trabajaba. Pero luego de varios años de tedioso trabajo en laboratorios, Mikkers decidió cambiar su bata blanca por una Mac y una Canon 5D para estudiar Medios Interactivos y Diseño en la Real Academia de las Artes, de donde egresó con éxito para dedicarse a la fotografía como freelance.
Su portafolio ahora contiene desde fotografías para la cervecera Grolsh hasta Kite surfers en el Sahara Oriental, y desde grandes audiencias fiesteando en festivales hasta las conejitas de Playboy. Y por supuesto, sus Microhistorias, como él las llama; en donde la micrografía lo ayuda a convertir lágrimas, cafeína y medicamentos comunes en increíbles y fascinantes imágenes.
Naturalmente, no tardó mucho en sentirse intrigado por cómo se verían las drogas «duras» bajo su microscopio. Así que recurriendo a la «deep web» (una serie de espacios de acceso restringido en la internet) y a sus bitcoins, procuró ponerle las manos a algunos cristales de MDMA y comenzar de esa manera su nuevo proyecto. Pero tan pronto tuvo los cristales en su poder no supo si continuar con su plan y dudó si era realmente una buena idea, pues se sintió culpable de quebrantar la ley al comprar y estar en posesión de una droga prohibida, pero finalmente decidió continuar y aceptar los riesgos. ¡Y menos mal que lo hizo!
Lo que les dejamos, es una serie de imágenes hechas en su microscopio de polarización, con un aumento de 200x. Y no se pierdan esto, pues no solo usó el MDMA; y como nunca se podrán imaginar como se ven las drogras a escalas microscópicas, aquí compartimos con ustedes la belleza del resultado en fotos y video.
https://youtu.be/Nuefm5nuUnk