5 historias para dejar de fumar marihuana

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Sí, la marihuana siempre será un tema polémico en todo el mundo, ya sea por la legalización en ciertos países, etc. Pero desde que tengo uso de razón, dentro de la misma comunidad de personas que quieren legalizar la marihuana, nunca había leído sobre una posición negativa con respecto a fumar marihuana.

Thump recientemente escribió un artículo sobre 5 historias de personas reales que decidieron decirle NO, voluntariamente, a la marihuana. Esto ya lo hemos escuchado miles de veces con la bebida y eso, pero nunca escuché de alguien que por fuerza de voluntad haya dicho que no quiere volver a fumar en su vida.

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Imagen cortesía de genteconconciencia.es

1. Los ataques de paranoia te vuelven loco

Sí, es común escuchar que la mota te puede hacer sentir muy estresado y paranoico sobre todo lo que pasa a tu alrededor.

Esta persona que decidió dejar de fumar lo hizo por las notas tan fuertes que tuvo. Todo empezó muy bien, fumando todos los días, cuando después de experimentar con otras drogas más fuertes, cuando fumaba marihuana tenía sueños y alucinaciones que lo sacaron de quicio y lo dejaron vagando por Nueva Orleans hasta que su novia lo encontró. Después de eso, no volvió a fumar.

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2. Las amistades pueden ser muy raras

La marihuana hace que te reúnas y formes un círculo de amigos solo por el placer de fumar y más aún cuando eres un joven de 19 años.

Esta otra historia va sobre un tipo que fue a fumar con un indigente que se parecía a Gandalf el mago, con bastón y todo. Luego de que sus amigos se fueran, quedó solo con el vagabundo, quien de repente quiso hacer un cuchillo para abrirse el estómago y ver cómo eran sus tripas. Desde ese incidente, no quiso prender un porro más nunca.

 

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3. El monchis da problemas en el colon

El monchis es una cosa incontrolable, el sentir que te puedes comer la nevera entera puede llegar a ser una experiencia desagradable y más cuando sufres del colon.

Esta historia trata de un hombre que empezó a fumar marihuana todos los días durante sus años universitarios, mientras trabajaba en una pastelería.

Cada vez que fumaba sus monchis eran tan incontrolables, que todos los dulces que llevaba a su casa, roles, croissants, conchas, etc., se los comía él solo. Eran tantos que le desagradaba y hacía que se inflara, lo que le provocaba pesadillas en las noches. Al final, luego de una visita al médico, descubrió que tenía problemas del colon y así dejó de fumar.

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4. El problema de fumar y vender

Siempre hemos escuchado a alguien diciendo “Si fumas no vendas, y si vendes no fumes”.

Este tipo era un universitario también que vendía y fumaba. Compraba unos 250 gramos a la semana, los vendía y se pagaba el vicio. Pero cuando lo descubrieron, empezaron sus problemas.

Afortunadamente, en el estafo de Vermont no lo encarcelaron por ser menor de 21 y además tenía menos de cierta cantidad encima. Sin embargo, tuvo que ir a varios programas de rehabilitación, en donde conoció a un terapista que lo hizo reflexionar sobre fumar marihuana. Le dijo: “la única forma de averiguar si mi vida podía mejorar sin la mariguana era dejando mi vicio por un tiempo para comparar las diferencias”. Y así fue, sus notas en la universidad mejoraron, ya no estaba ansioso, etc.

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5. La marihuana te revuelve la memoria

La marihuana tiende a jugar con la mente de las personas, ya sea volviéndote paranoico o trayendo malos recuerdos, especialmente si la combinas con el ácido.

Esta última historia se trata sobre un chico que solía consumir ácido con regularidad y a veces lo combinaba con marihuana. En un viaje a la casa donde pasaban las vacaciones con sus padres, el joven empezó a tener recuerdos muy tristes y profundos después de fumar marihuana.

Ahora, cada vez que fuma, vuelve a tener esa misma sensación así que decidió dejarlo. No quiso terminar llorando en posición fetal en frente de sus amigos.

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