Mientras que en la mayoría de los países del mundo las cárceles están casi a reventar, en Holanda sucede lo contrario. Este país, pionero en la toma de decisiones poco convencionales (como fue la reciente apertura del primer éxtasis shop del mundo), en el año 2010 las autoridades informaron que cerrarían 8 de sus cárceles por falta de presos.
Pero no todo se logra de la noche a la mañana
La consolidación del país ha sido un trabajo de hormiguita para convertirse en el lugar soñado por muchos, en cuanto a innumerables factores.
¿Tendrá algo que ver con la legalización de algunas drogas suaves? Hay quienes lo piensan de esa manera y lo comparan con el estatus de la marihuana en otros países. En Estados Unidos, por ejemplo, donde aún no es legal la marihuana en todo el territorio, el número de reos es mucho mayor que en Holanda y en ningún momento se ha escuchado que vayan a cerrar alguna de sus cárceles.
¿Deberíamos seguir un poco más el ejemplo de los holandeses? Sea coincidencia o no, sus políticas parecen estar teniendo éxito.