Alicia en el país de las maravillas ha sido objeto de innúmeras interpretaciones e investigaciones, gracias a la universalidad y al valor literario de las historias de la niña Alicia. Entre los comentarios más comunes de la obra, hemos visto que siempre ha sido asociada con el consumo de drogas recreativas, ya que las historias dan pie a interpretaciones psicodélicas, que eran muy comunes durante el auge del LSD en los años 60 y 70.
En un reciente artículo de Piajmasurf, podemos ver que el autor intenta explicar que la asociación de Alicia en el país de las maravillas con el uso de drogas recreativas no sale estrictamente de la obra en sí, sino de un momento cultural que dio pie a asociaciones con los viajes en LSD.
Lo que empezó como unas historias inspiradas en los cuentos que un profesor contaba a su hija Alice cuando navegaban en el río Támesis, hoy en día son tomadas como representaciones de las etapas de la vida adolescente: la pubertad, la soledad, la autoridad, etc. Además de las reescrituras que hemos visto en la música, el cine y los videojuegos, todas están asociadas a la psicodelia y al consumo de sustancias psicoactivas.
A pesar de que esta obra siempre ha sido relacionada con el consumo de estupefacientes, no hay evidencia determinante que diga si Lewis Carroll escribió los libros de Alicia en algún estado narcotizado, aunque sí existe evidencia de que el opio era una sustancia común durante la época en la que se escribió la obra.
Con los libros de Confesiones de un inglés comedor de opio y los diarios de desintoxicación de Jean Cocteau, podemos ver que era posible que Carroll hubiese consumido drogas para escribir su obra prima. Sin embargo, otras investigaciones afirman que la asociación que se le da a los libros de Alicia, con las drogas, viene de “una cultura, particularmente en los años 60, 70 y 80, cuando el LSD fue ampliamente utilizado” según afirma Heather Worthington.
Al final, la interpretación de Alicia en el país de las maravillas, es solo eso una interpretación subjetiva y permanecerá como un secreto si Lewis Carroll consumía o no drogas. No existe evidencia suficiente que determine que este libro es en verdad un diario de las alucinaciones de Carroll, pero sea cual sea el resultado, si se descubre en algún momento de la historia, esto no le restaría mérito a esta grandiosa obra y todas las representaciones en la cultura popular que surgieron a partir Alicia en el país de las maravillas.
Pueden leer el artículo completo en Pijamasurf “Alicia en LSD: interpretaciones psicodélicas desde el País de las Maravillas”.