Entiendo perfectamente que muchos, cuando toman la decisión de lanzarse al agua con su pareja, quieran hacer esto de la forma más creativa posible. Pero esta nueva tendencia de pedir matrimonio en festivales se está volviendo un poco molesta.
Todos somos amantes de festivales, pero ¿de verdad les parece que un festival con extraños, borrachos, drogados, amanecidos, sudados, y de seguro con uno o dos días sin bañarse, sea un lugar romántico?
Ser creativo está bien, pero pudieran optar por lugares más íntimos con menos personas y de verdad hacer de ese momento algo realmente especial. Además, la verdad es que no estás siendo creativo, eres otra oveja más del rebaño.
Pero, eso sigue siendo mi humilde opinión. Aquí les dejo algunas de estas ´románticas´ propuestas: