El pasado 30 de enero de 2016, se hizo una marcha en Londres, titulada “Freedom to party”, a la que acudió un aforo multitudinario de personas para protestar de forma pacífica contra la cantidad de medidas duras que ha aplicado el Gobierno del Reino Unido para disolver los Raves, que se realizan en los campos del territorio británico.
Estas medidas se intensificaron por las consecuencias de una redada policial a un Rave en los bosques de Twyford en el 2015, donde resultaron heridos 21 oficiales y un perro policía, actualmente se están investigando 26 persona que han tenido una participación activa en el caso.
Sin embargo, las medidas cautelares a esta cultura electrónica han sobre pasado el límite, lo que ha llevado a organizaciones como Acid City a invocar los ideales dados en la reunión histórica realizada en Trafalgar Square, una protesta dada el 31 de marzo de 1990 donde participaron 10.000 personas en protesta de los altos impuestos propuestos por el gobierno, que terminó en una gran desobediencia pública. La organización Acid City declaró en varios mensajes de las redes sociales que “No hay nada delictivo en lo que hacemos, nosotros representamos paz, amor, unidad y respeto” así mismo han puntualizado:
Nuestras voces tienen más poder que las manos o las armas, no se necesita violencia, solo vibraciones, sonidos pacíficos, para hacerles entender a este gobierno que todo lo que queremos es bailar
La marcha “Freedom to party”, que comenzó en Shoreditch con un peregrinaje lleno de altavoces portátiles, mini equipos de sonido, equipos de 12v etc, finalizó en Overground y se mantuvo en calma pese a algunos casos aislados.