Gracias a los vertiginosos cambios que ofrece la tecnología a cada instante, la vida útil de los formatos físicos de reproducción es muy corta, situándose en un universo que se debate entre lo nostálgico (el regreso del vinilo) o práctico, en la búsqueda de otros formatos con mayor compatibilidad con las tendencias tecnocráticas que compitan con el mercado digital.
En este contexto, entran las distribuidoras digitales, que son empresas dedicadas a repartir las composiciones digitales de determinados artista en las diferentes plataformas online como Youtube, Beatport, Deerzer, Juno, Apple, Discog, entre otras, jugando un papel importante en la ingeniería social del producto o en el incremento de las posibilidades de influir en las actitudes sociales de los fans, al tener fácil acceso a las composiciones del Dj y productor en cuestión.
Empresas como ONErpm, CD Baby, TuneCore, entre otras, colocan todos los ingresos producidos por el artista en una misma cuenta y cobran un porcentaje al Dj por la rápida, efectiva e inteligente distribución estratégica de su material en la web.