Si creías que trabajar en un club nocturno como Space Ibiza era tomar tragos gratis, escuchar la mejor música y contar con infinitas opciones para ligar y tener sexo, este reportaje romperá todas tus ilusiones.
Según un reciente artículo publicado por la Facultad de Estudios Sociológicos y Laborales de la Universidad Politécnica de Utah, trabajar en las oficinas de una discoteca de Ibiza se encuentra en el Top 5 de las profesiones consideradas de alto riesgo. Debido a las particularidades del entorno que rodea a estas empresas y al estrés causado por la improvisación que demanda un trabajo de seis meses, además de la longevidad laboral de los que realizan cualquier tipo de tarea administrativa en un club ibicenco no suele ser elevada.
Estos grandes clubes suelen abrir sus puertas siete días a la semana, durante cuatro meses, más de 120 días sin descanso, en los cuales la actividad se prolonga por veinticuatro horas. Lo que no sabes es que, aunque parezca lo contrario, los trabajadores encargados de los asuntos administrativos durante el día, se considera que es donde recae la mayor presión.
Sin embargo, los empleados de la última década han contado con mejor suerte, gracias al manejo que llevaba, César Risi, quien es conocido por ser el líder buena onda del equipo, que trata de hacer el peso más liviano.
Cuando de mal ambiente hablamos… en cualquier grupo, resulta imprescindible que una persona actúe como receptor de la frustración y del estrés o que simplemente haga la diferencia para cambiar el rumbo de las cosas o tal vez un buen par de orejas que escuchen la descarga de rabia e impotencia de los empleados. En los espacios de Space Ibiza, el sujeto que mediaba con estas emociones era César Risi.
Las únicas fechas en la que los empleados pueden participar en el desarrollo de los festivales son: en el Opening y en el Closing. Seguramente pensaste que tomaban tequila durante siete días continuos, disfrutando de Djs como Carl Cox, pero no, la verdadera historia es que estos trabajan en sus oficinas como hormiguitas, con muchas responsabilidades y temas que atender.
Dejemos los oídos en casa…
Una de las grandes interrogantes es, ¿qué pasa con esta gente, cuando está expuesta tanto tiempo a sonidos fuertes? su audición se deteriora y la Organización Mundial de la Salud lo advierte.
Con la popularización de la tecnología, la OMS se mantiene alerta, pues algunos dispositivos, como los reproductores de música, suelen escucharse a volúmenes perjudiciales y durante largos períodos de tiempo. Todo ello supone, con frecuencia, un grave riesgo de pérdida auditiva irreversible. El contacto con sonidos fuertes en lugares como: clubes nocturnos, discotecas, pubs, bares, cines, conciertos, eventos deportivos e incluso gimnasios es cada vez mayor, por lo que la OMS considera que son un factor esencial en las cifras, sobre todo por el uso de dispositivos como los smartphones.
Los números no son nada alentadores, pero a ustedes Ibizaworkers, les daremos unos tips más abajo, para que en el futuro no se queden sordos:
- El 50% de los adolescentes y jóvenes de entre 12 y 35 años, de países de ingresos medianos y altos, están expuestos a niveles de ruido perjudiciales a consecuencia del uso de dispositivos de audio personales como reproductores de MP3 y teléfonos inteligentes.
- 40% están expuestos a niveles de ruido potencialmente nocivos en clubes, discotecas y bares.
Pero no todo está perdido Ibizaworkers, aún hay algo que puedes hacer y por ello te dejaremos esta listica de regalo:
- Utilizar tapones para los oídos, cuando vayas a festivales. Si se colocan bien, pueden ayudar a reducir el nivel de exposición al ruido de forma considerable.
- Hacer breves descansos auditivos, salga a fumarse el cigarro afuera, o diga que va al baño, así reducirás la duración total de la exposición al ruido.
- Limitar del uso de aparatos de audio personales a menos de una hora al día contribuirá enormemente a la disminución de la pérdida auditiva.
Las fabulosas fiestas de la isla pueden ser un paraíso para sus visitantes, pero la historia no es igual para los que las hacen.