Que existen djs de todo tipo y color, es algo que a poca gente a estas alturas le sorprenderá. Sean principiantes, celebrities o modelos que se suben a la movida dj, la poca profesionalidad es algo que ha existido desde el inicio de la música como actividad profesional. Sin embargo, los nuevos medios, las redes sociales y las nuevas formas de expresión musical así como su reciente popularidad, han venido extendiendo un fenómeno que acrecienta el numero de artistas pero baja en calidad.
¿Las razones de este auge? basta con mirar atrás y ver cómo la dificultad en la concepción musical hace 20 años actuaba como filtro para poder tocar. Hoy, el abaratamiento de costos de producción y la facilidad de acceso y creación de piezas musicales electrónicas, han disparado el número de artistas que prueban suerte, dejando a los medios de comunicación, agencias y discográficas como filtros de la enorme cantidad de material que se produce.
Repasemos los diferentes perfiles…Existen al menos 1523 artistas relevantes dentro del panorama electrónico mundial, que son los que accederán a los llamados line ups de los festivales, ya que, por algún motivo, atraen a gente y generan beneficios ($$). Tras ellos existe otra gran gama de artistas listos para entrar en la dinámica de artistas de primer nivel. Estos son los que se han sabido mover entre la gente importante, los que producen o mezclan bien y funcionan como un producto que vende.
El resto, que son bastantes, pertenecen a un sector aparte del que ciertos promotores se están aprovechando para sacar rentabilidad a su negocio. Y es que, si bien es sabido que encender las luces de un local nocturno cuesta dinero, tampoco suena honesto aprovechar la coyuntura para monetizar el deseo de prosperidad musical de muchos principiantes o no tan principiantes. ¿Un ejemplo? Son aquellos nombres desconocidos por todos que figuran en un line up con artistas importantes a la cabeza.
El motivo: El headliner o cabeza de cartel funciona como anzuelo para los aspirantes que desean contar en su currículum su paso por la sala el mismo día que un famoso dj. En las distintas salas se juntan haciendo cola hasta nueve djs por cabina, cuyo rango de importancia es definido por la cantidad de entradas que han logrado vender. Así, los Djs que preceden y anteceden a los headliners son los que más entradas han logrado colocar. El promotor exige a cada dj un mínimo de 25 a 50 entradas vendidas (dependiendo del caché del famoso Dj) a un precio que oscila entre los 10 a los 20 euros por entrada. En muchas ocasiones semanas antes del evento el promotor actúa exigiendo por adelantado el importe total de las entradas antes de que el dj logre venderlas para así “asegurarle su puesto en cabina”, algo que la mayor parte de djs acepta puesto que hay lista de espera. A todo esto hay que sumarle dos factores: el dj no cobra nada por su actividad y el promotor se puede llegar a quedar con un porcentaje del dinero de las consumiciones, el total de ellas si además es dueño del local.
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