Una vez más queda comprobado que el dicho es cierto: entre más muerto, más famoso. Esta vez fue Marvin Gaye quien surge del más allá a crear un poco de drama en este lado.
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Robin Thicke y Pharrell Williams deberán pagarle a los hijos de Gaye: Nona, Frankie y Marvin III $7,4 millones por plagio de uno de los mayores éxitos de su famoso padre, Got to give it up.
En la corte ambos artistas defendieron su integridad como artistas y aseguraron que su canción, Blurred lines, no es un plagio del famoso éxito de Gaye, pero que sí se inspiraron en la canción para hacerlo.
Tanto Pharell como Thicke afirmaron ser fans de Marvin cuando eran jóvenes y solo querían recrear un sonido parecido a ese que les marcó en su juventud.
¿Hay o no plagio?
Oigan las 2 canciones y díganme si están de acuerdo con el veredicto (personalmente, me parece ganas de joder).