Las selfies han superado al éxtasis como la droga más popular en los clubes y discotecas. No se trata de “ser joven y feliz” (a lo que colabora el éxtasis) sino de “parecer joven y feliz” y para eso una “selfie” es lo propio. En las encuestas están las “autofotos” por encima de las anfetas y los éxtasis… Se han convertido en la “droga del momento”.
«… Tomé veintidós fotos de mí mismo en un concierto de Seth Troxler el fin de semana», comentó un joven de 22 años de edad. «Eso es probablemente lo mejor que he hecho en una noche. Fue la mejor noche para mí mismo, nunca me he sentido tan bien, me parecía tan divertido y lo que llevaba puesto era tan cool. Seth era increíble, así, que incluso tengo una foto de él tras los platos. Esa es la señal de una buena noche, no puedo esperar para publicarlas en Facebook”
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Billy Bryant, un experto y conocedor del tema de los clubes dice que los jóvenes desean sentirse como “pequeñas celebridades” y aseguran que Instagram es una especie de revista, mejor que “Heat” y que es el medio perfecto para publicar sus “divertidas aventuras en la vida nocturna”.
Antes, la música, las drogas y el ambiente eran suficientes para que la gente experimentara la felicidad y escapara de sus aburridas vidas… Pero ahora todo lo que se necesita es una combinación de biceps, senos falsos y un sobredimensionado sentido de suficiencia y narcisismo estúpido. Definitivamente los tiempos cambian.
Fuente: http://wundergroundmusic.com/
Por: Marcos Pérez Briñez
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