El Diario de la Sociedad Acústica de América publicó los resultados de un trabajo, cuyo sponsor, el Instituto Real de Tecnología en Estocolmo, se enorgullece de mostrar al público. Este equipo multidisciplinario de investigadores europeos está tratando de desarrollar un marco teórico para referirnos a la música de forma puntual y acertada.
Anders Friberg, es el principal investigador del estudio y Motherboard lo entrevistó y publicó recientemente para indagar sobre los resultados.
Desde hace mucho tiempo nos apoyamos en un léxico para hablar respecto a la música. Podemos describir la melodía, el tempo y profundizar en la estructura de los acordes, colocarlos en un género, detallar la instrumentación y posicionar una obra dentro de una historia musical.
Todo esto está enfocado en el punto de vista de la teoría musical y es muy adecuado para componer y crear partituras, con las que puedes comunicar ideas a otros creadores musicales, pero el que “no conoce” lo deja indiferente todo esto. Este léxico (de la teoría musical) no describe “la experiencia humana de escuchar música” y esto hace que el periodismo musical esté tan alejado de él.
Ahora podemos describir los signos musicales
Los especialistas e investigadores seleccionaron 9 rasgos perceptivos para describir las propiedades generales de la música, obteniendo el logro de una mejor descripción semántica.
Seleccionaron 2 grupos, de 20 personas cada uno y los hicieron escuchar (individualmente) versiones largas de canciones familiares y clips con temas de películas conocidas, les pidieron que calificaran las características y que describieran las emociones que sentían cuando escuchaban dichos temas.
El resultado fue, el descubrimiento de que según la característica que estuvieran evaluando, había una concordancia (elevada) entre las personas que estaban en el experimento. Por ejemplo: la velocidad, que ellos calificaban de “lenta a rápida” resultó muy fácil de medir, e igualmente pasó con la “complejidad rítmica” que calificaban de “simple a compleja” e igualmente pasó con la “claridad rítmica” calificada de “fluida a firme”.
El consenso fue más bajo, cuando calificaron el “brillo”, pero quedó comprobado que este estudio afianzó los primeros pasos hacia una forma más diáfana de hablar con respecto a la música. Friberg habla muy entusiasmado al respecto:
«Definitivamente pienso que puede ser útil en el futuro, por ejemplo, para categorizar la música y ese es uno de los objetivos de este proyecto», y continúa: «Sin embargo, en este momento sigue siendo muy pronto para eso. Primero necesitamos hacer modelos para los rasgos perceptivos más interesantes. Actualmente estamos trabajando en eso, y nuestro alumno de doctorado Anders Elowsson hizo un modelo de velocidad que podría predecir el juicio perceptivo con una precisión de más del 90 por ciento».
Marcos Pérez Briñez