Todos estamos conscientes de que existe un tabú enorme cuando se trata el tema de los psicodélicos. Sin embargo, un número creciente de científicos están desafiando esto y defienden el uso de drogas como LSD y MDMA en tratamientos médicos.
Después de haber tenido una experiencia “más allá de lo religiosa” con los hongos, el psiquiatra Pål-Ørjan Johansen y su esposa, Teri Krebs, decidieron dedicar su carrera a promover el libre uso de sustancias psicodélicas y para el tratamiento de pacientes con problemas psiquiátricos.
Johansen era un estudiante de psicología en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega que tuvo un caso importante de depresión por la pérdida de cuatro parientes cercanos en menos de un año. Johansen pasó por un caso complejo de alcoholismo y tendencias suicidas, pero solo al probar una sustancia llamada Psilocybin, que está presente en los hongos alucinógenos, pudo sobrellevar su depresión, incluso después de haber tenido varias sesiones de psicoterapia.
“Con el alcohol, las personas beben y beben pero nunca alcanzan el objetivo que quieren, solo es una forma de enfriar sus problemas. Con los psicodélicos pude llegar a donde de verdad quería estar y todo tenía sentido”.
Luego de graduarse, Johansen, y su esposa la neurocientífica, Teri Krebs, quisieron promover el uso del Psilocybin y el MDMA, porque ellos creen que estas drogas tienen la capacidad de transformar la vida de las personas y sirven como apoyo en el tratamiento de varios pacientes. Por eso crearon a través de Indiegogo una campaña para producir a gran escala el MDMA y el Psilocybin.
La campaña se llama EmmaSofia (Emma es un sobrenombre del MDMA que también significa “universal” y Sofia significa “sabiduría”) y esperan conseguir $1 millón. Al alcanzar los $300.000 comenzarán con la manufactura y los permisos del Psilocybin, luego, cuando consigan los siguientes $300.000 comenzarán con el MDMA. Los $400.000 restantes son para promover el uso de estas drogas y abolir la criminalización.
Sería un proceso largo y complicado para Johansen porque la UN clasifica estas drogas como prohibidas y solo se pueden usar para fines estrictamente médicos, así que para producir a gran escala Johansen y Krebs esperan asociarse con el laboratorio que tiene los derechos de producción de estas drogas.
EmmaSofia, cuando alcance el objetivo propuesto, les regalarán a los donantes muestras gratis de Psylocibin y MDMA dependiendo de la cantidad de dinero que ofrecieron. Sin embargo, se regirán por la leyes establecidas en el país de cada donante.
Esta no es la primera vez que las drogas llegan a terreno de la medicina, pero según Johansen y Kerab, EmmaSofia quiere que las personas tengan más facilidades de adquirir estas drogas, porque parte del daño que han causado en la sociedad depende gravemente de su prohibición, “es similar a que prohiban legalmente el uso de condones para prevenir las enfermedades de transmisión sexual”.