Con la creciente popularidad de la música electrónica hemos visto surgir varias tiendas de vinilos, y ahora, incluso, nuevas fábricas.
Empresarios centrados en la música en los EE.UU. han puesto en marcha dos nuevas fábricas de vinilos: en Oregón y Vermont.
Por un lado, debido a la creciente demanda por los vinilos, muchas disqueras tienen que esperar hasta cuatro meses para poder tener su material. La idea de estas nuevas fábricas es ayudar el mercado de los vinilos en los EE.UU. y que los dueños de disqueras puedan realizar sus lanzamientos sin problemas.
Por otro lado, en todo el territorio estadounidense existen solo 20 fabricantes de vinilos y los equipos utilizados son anticuados o ya están en desuso. Si lo pensamos, es algo lógico. Con la llegada del CD disminuyó la necesidad del vinilo y es ahora, después de 30 años, que estas fábricas vuelven a ser relevantes en el mercado.