El consagrado músico californiano, Anton Newcombe, ha hecho públicas las amenzas y bulllying que Apple le ha hecho por no permitirles utilizar su música para la venta durante 3 meses, sin pagarle ningún tipo de regalías.
Apple lo ha amenazado con quitarle su música de la librería iTunes, a lo que el artista respondió con una serie de tweets condenando a la «corporación satánica» por sobornarlo.
No es la primera vez que este tipo de incidentes ocurre entre los artistas y las plataformas streaming. Geoff Barrow, el británico integrante de la banda Portishead, también arremetió en contra de estos servicios. Específicamente, se refirió a Apple, YouTube, Spotify y Universal Music. Se quejó de que estas empresas venden su música demasiado barata.
El debate, parece que lejos de calmarse, se ha instensificado en los últimos años y se está analizando el hecho de que estas tácticas de las corporaciones, que ofrecen servicios streaming, están haciendo un grave daño a la industria discográfica y a la comunidad de artistas que se ven afectados económicamente.
Actualmente, Apple está bajo investigación por «colusión» (pacto que acuerdan dos organizaciones con el fin de perjudicar a un tercero) hacia otras plataformas streaming y desde entonces se han dedicado a presionar a las disqueras para que escojan a Apple Music en vez de otras empresas.
Esto no es más que una réplica de lo que sucede en el mundo actual donde el pez grande se come al chico. Ojalá que se levanten más voces y pueda lograrse cierta equidad y justicia hacia los creadores y artistas que son los que mueven el engranaje de la música. Sería una pena ver mermada la producción y la calidad musical que nos ofrecen estos genios que están a expensas de las extorsiones de la industría vampiresca y maquiavélica de la música.
Por: Landru