El veterano Dj de Detroit, Jeff Mills, recientemente ofreció un recital sinfónico en The Barbican de Londres acompañado por la Orquesta Sinfónica de la BBC. Su presentación, aunque inusual, no es la la primera de este estilo, ya que en el pasado, Mills había colaborado con otras orquestas para apoyar sus proyectos de remusicalización de los filmes más icónicos del cine de ciencia ficción.
En esta ocasión, Sophie Coletta, miembro Dj de la revista web y colectivo, The Quietus, cubrió el evento y comenta sobre la experiencia en un complejo y poético review. Y en él comienza por contarnos el origen de la inquietud que hizo que Mills finalmente decidiera concretar su proyecto clásico.
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Según Coletta, en el increíble recital, la reconstextualización jugó un rol fundamental, pues vió al Barbican de Londres ser anfitrión del debut británico de Light From The Outside World; una colección de arreglos clásicos de las propias piezas de Mills interpretadas en compañía de la Orquesta Sinfónica de la BBC y adaptadas por el compositor francés Thomas Roussell. En su presentación, Mills le hace homenaje –entre otras– a la cinta de 1966, Fantastic Voyage. Y el título, explica el veterano detroités, «se refiere a la idea de que la realidad no es lo que creemos y quizás, todo lo que conocemos o sabremos en el futuro, es y será siempre el resultado de eventos que han sucedido en algún otro lugar».
Con la Orquesta dirigida por Christophe Mangou, Mills estuvo a la derecha del escenario frente a sus mexcladores y su teclado Roland TR909. Durante toda la noche, El reconocido Dj hizo magia con el Roland que parecía más una extensión de sí mismo que un aparato ajeno. Y valiéndose de su infinito conocimiento de la tecnología que se había dispuesto para el evento, pudo deslumbrar con la delicadeza con la que lograba colar la percusión electrónica por debajo de la vibración de las cuerdas y las explosiones del bronce. Para muchos, resultó intrigante la forma en la que la presentación funcionó como una transición entre contextos y culturas sin parecer ni limitada ni forzada.
La fusión fue algo sin igual y los característicos arreglos Techno de Mills cayeron impecablemente entre las suaves pinceladas de la instrumentación clásica. Y con una sola campanada en el riff de The Bells una respuesta Pavloviana se apoderó de la sala orquestal mientras que la audiencia gritaba, aplaudía y bailaba llena de alegría.
Jeff Mills y su relación frustrada con el cine
Al parecer, el nativo de Detroit habría comentado, en el pasado, de manera frecuente y pública su frustración por la ausencia del Techno en el cine y especialmente, en los de ciencia ficción que suponen ser una visión del futuro. Mills habría contado que, después de una conversación que tuvo con amigos en Berlín hace alrededor de una década, decidió comprar una granulosa copia de La Metrópolis de Fritz Lang para deconstruirla en su ordenador y remusicalizarla con sus propias composiciones de prolongados patrones de afilado y claro Techno.
El soundtrack resultante de su experimento fue lanzado por el sello de Tresor, poco después, y eso fue el comienzo de una caminata de reapropiación de otros filmes a través de sus intrincadas composiciones en las que Cecil B DeMille y Harry O Hoyt fueron replanteados, 2001: A Space Odyssey reimaginada. Más recientemente, el documental experimental de Jacqueline Caux, El Hombre del Mañana, y una instalación inspirada en el Manifiesto del Futurismo para el Centro Pompidou de París han continuado su pasión por esta idea. Sin embargo, proyectos como estos suelen ser cosas aparte, eventos mucho más discretos que sus trabajos como Dj titular en los clubes y salones más importantes del mundo.