Escándalos envolvieron al Evolvefest, con la quema de la bandera multicolor, además de promover mensajes antisemitas que intentaron propagar el odio y no tolerancia a la diversidad.
Los inicios de la música electrónica en los años 70 y 80 fueron bastante claros en la temática hacia dónde se dirigiría las masas, el mensaje era claro, la aceptación y tolerancia sin distinción de clases sociales color o sexo. Es por eso que el movimiento se consideró un lugar seguro para aquellos que, en su momento, no se sentían parte de la sociedad de aquellas décadas.
Es cierto, con el tiempo la música electrónica es parte de toda una cultura y de ella se desprenden infinitos géneros (Trance, Minimal, House, Techno, etc) pero a lo largo de los años un nombre que ha cobrado fuerzas es el Electro Dance Music o popularmente conocido como EDM, Caracterizado por sonidos sintéticos, ritmos bien marcados y repetitivos. Aclamado en el mundo, se ha esparcido como pólvora pero conservando la noción histórica de aceptación entre las personas.
Ahora bien, el año pasado fuimos testigos del escándalo que envolvió al festival Evolvefest, en donde predominó el género EDM, queriendo sumergir a miles de seguidores con expresiones de odio, irrespetando la diversidad y cosechando ideales antisemita. La quema de la bandera LGBT generó un escándalo por ser una expresión homofóbica. Acciones que, más tarde, serían rechazadas por la mayoría del público. En consecuencia, Eventbrite (empresa encargada de la venta de boletos) rompió relaciones con los promotores de Evolvefest, pronunció que bajo ninguna circunstancia apoyarán eventos que no toleren la diversidad e igualdad.
Por lo tanto, no creemos que las ventas para realizar un nuevo evento este año sean las mejores, y más cuando desde su página en Facebook existen publicaciones que incitan al rechazo de la comunidad LGBT. Por eso, no creemos que los verdaderos amantes de la música electrónica, que sabemos los orígenes, basados en otras creencias culturales, den su apoyo a este tipo de eventos. Será, en definitiva, la caída en picada de Evolvefest.