Lo que los hongos alucinógenos le hacen al cerebro

Los hongos alucinógenos han sido utilizados desde tiempos remotos. Hay numerosas evidencias arqueológicas de la presencia de este hongo en la vida del hombre que datan de entre 7000 y 9000 años atrás. Entre ellas, pinturas sobre piedras, estatuas, esculturas y reseñas de historiadores.



Su uso en la antiguedad estaba ligado a ceremonias y a rituales religiosos. En tiempos modernos su uso ha sido, mayoritariamente, recreacional. Desde hace aproximadamente 60 años, se han venido investigando los efectos del componente principal de los hongos alucinógenos, la psilocibina.

Actualmente, se sabe que los hongos tiene un efecto alucinógeno, que no causan dependencia y se considera una droga de bajo riesgo. Sus manifestaciones psicodélicas afectan los sentidos, la emoción y tiene un efecto sobre lo espiritual y el bienestar de la persona; genera la apertura de la mente y amplía las perspectivas de quienes los consumen.

Recientemente, se ha venido utilizando la estructura química de estos hongos para tratar una variedad de trastornos, como: la ansiedad, la depresión, jaquecas crónicas, trastornos obsesivos compulsivos, alcoholismo y otras adicciones. Algunos científicos incluso están a favor de la legalización de este tipo de drogas.

ratonesUn estudio de la Universidad del Sur de Florida investigó los efectos de los hongos sobre los cerebros de ratones a los que se les había entrenado a tener miedo a un estímulo determinado. Se demostró que los hongos ayudaron a los ratones a controlar el miedo y también, se observó un crecimiento de las células cerebrales y una regeneración de sus cerebros.

Ciertos psicodélicos, como la psilocibina, actúan sobre la “Red Neuronal por Defecto”, que es la parte del cerebro que se activa cuando estamos despiertos, pero no pensamos nada en concreto y cuando no estamos enfocados en el mundo exterior.

Esta parte del cerebro es la parte responsable de los pensamientos introspectivos y el autocriticismo. Por lo tanto, la psilocibina tiene un efecto parecido a la meditación, lo que puede ser beneficioso para ciertos trastornos mentales, como ataques de pánico y el síndrome de estrés post-traumático.

Los investigadores de este estudio creen que la psilocibina une los receptores del cerebro que estimulan el crecimiento, la curación y activan el hipocampo (región encargada del aprendizaje y la memoria).

Debido a que el miedo parece venir de una respuesta similar en donde la persona es incapaz de separar un estímulo del trauma, la psilocibina podría, quizás, ayudar a sanar y a reestructurar el cerebro como ocurre con los ratones del experimento.

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