Aquí tienes las mejores escenas de Trainspotting

Con la reciente noticia de la confirmación de la secuela de la popular película Trainspotting, hace falta que recordemos algunas de las mejores escenas de Renton, Sick Boy, Begbie, Spud y Tommy. Para mí, Trainspotting ha sido una de las mejores películas de la historia y no soy solo yo, porque estoy seguro que para muchas personas, esta película les atrapó el corazón y la mente.



En 1996, Danny Boyle dirigió Trainspotting y se convirtió en un clásico instantáneo lleno de humor, drogas, buena música y de un realismo tan grande que hizo que muchas personas se salieran del cine. Ahora, Danny anunció que ya está en grabación la segunda parte y, por supuesto, todo el mundo se emocionó.

¿Pero por qué esta película fue tan aclamada? Veamos algunas de sus mejores escenas, comenzando por mi favorita.

El peor retrete de toda Escocia

Esta es una de las escenas más humorísticas de la película, pero también una de las más crudas. Vemos a Renton entrando de cabeza en un retrete asqueroso luego de meterse un supositorio de heroína (corríjanme si me equivoco). Toda la escena está llena de un realismo mágico asombroso, que muchas otras películas han hecho referencias de esta escena.

El limbo del junkie (Bebé gateando por el techo)

Luego de contemplar la muerte del bebé de unos irresponsables padres, Renton tuvo la alucinación más desagradable de toda su vida. Todos sabemos que la muerte de un bebé es una de las peores imágenes que pueden existir y peor aun cuando estás lleno de heroína hasta el culo e intentas encerrarte en una habitación para entrar en rehabilitación. Esta escena es tan perfecta que puedes escuchar de fondo el tema de “Dark & Long” de Underworld.

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Choose Life

Esta es la escena más característica, además de ser el inicio de la película. El discurso de Renton es tan profundo que te hace cuestionar tu existencia y las decisiones que has tomado en tu vida. Es un mensaje muy reflexivo, no sobre la vida de los drogadictos, sino de toda la sociedad que se encuentra en decadencia. Aquí tienes el discurso:

«Elige la vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos baratos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida… ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?»

Levantarse de la cama con una colegiala

Renton y Spud van a un club, ambos ligan con chicas hermosas y atrevidas que se los llevan a sus casas. Todo es borroso, hay muchas personas normales en esa casa; Spud amanece lleno de sus propias heces; Renton descubre que se tiró a una colegiala.

La pelea en el bar

Begbie era un busca pleito pero en esta escena nos muestra su peor lado, el lado de “No me importa nada ni nadie”. Solo el ruido de una bolsa de papas fritas puede sacarlo de juicio. Esta escena representa el lado violento de la sociedad, porque también puede ser un tipo de droga para algunos, y como dice Tommy “Begbie didn’t do drugs, he just did people”.

Son tantas escenas distintivas de esta película tan importante para la industria del cine. Solo nos queda esperar la segunda parte y sobre todo esperar que sea tan buena como la primera. Danny Boyle tiene que superar muchísimas expectativas si de verdad quiere que esta película sea tan reconocida como la primera. Aunque con sus últimos trabajos, “127 horas”, “Slumdog Millionaire” y “Trance” podemos estar tranquilos de que Danny hará un buen trabajo.

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