Las drogas psicodélicas, vimos la semana pasada, pueden ayudar a pacientes psiquiátricos y resolver ciertos problemas como el alcoholismo y las adicciones. Los usos terapéuticos de las drogas recreativas cada vez está obteniendo más terreno y esta vez, los científicos estás investigando sus usos para tratar casos de depresión.
Charles Grob está dirigiendo un estudio para usar el componente activo de los hongos alucinógenos, psilocybin, en pacientes terminales de cáncer.
El tratamiento se enfoca en atacar la ansiedad y la depresión que son resultado del estado de los pacientes terminales. Con el uso de psilocybin, estas personas sobrellevan los problemas y pueden afrontar la muerte de una manera diferente: “parece que la droga los libera de la angustia y el temor de morir”.
Por otro lado, Rolands Griffiths, también hizo un estudio parecido al de Grob, y sus pacientes que probaron el psilocybin, “mantuvieron cambios positivos de actitud, humor y comportamiento… después de experiencias trascendentales, los pacientes perdían el miedo a morir”.
Los resultados de ambas investigaciones fueron concluyentes en que la sustancia activa de los hongos puede ayudar a los pacientes terminales en una manera muy positiva. Adicionalmente, estos estudios también ayudarán a que las drogas pierdan el estigma social y sean aceptadas en tratamientos médicos como este.